En los días de Darwin, mucha gente aceptó, sin pensarlo dos veces, la teoría de la generacíon expontánea, que dice que la vida vino de la materia muerta. Era fácil de aceptar debido a que se desconocía mucho de la estructura celular. Ernest Haeckel, impulsor de Darwin en Alemania, declaraba que la célula era ‘una simple bolsita hecha de una combinación de carbono en forma de albúmina’. 1 [Haeckel fue el notorio fraudulento que inventó los diagramas embriónicos promoviendo la idea errónea que el desarrollo de un embrión no es más que una recapitulación (seguimiento) del proceso evolutivo ancestral]. 2 Pero la ciencia moderna ha descubierto una vasta cantidad de información compleja específica, aún en los organismos auto-reproductivos más simples. El genoma más pequeño conocido de los organismos libres es el micoplasma genitalium que tiene 482 genes comprimidos en 580,000 bases. 3 Claramente, estos genes sólo funcionan con una maquinaria pre-existente de traducción y replicación,
"El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca" Immanuel Kant