sábado, 14 de noviembre de 2009

Corazón Alma y Mente

Corazón Alma y Mente

Proverbios 19.8


El cristianismo lejos de ser una fe ciega e irracional, desde sus principios encontramos ciertos requerimientos que nos permiten visualizar una fe fundamentada no en la imaginación sino en la racionalidad de un Dios que demanda de sus hijos amarlo no solo con el corazón y el alma, sino también con la mente Mateo 22.37; estos tres factores son necesarios para mostrar una convicción real, pero dentro de ellos el que a sido descalificado por muchos detractores de la fe, es la mente, sin embargo cuando revisamos los fundamentos del cristianismo, es totalmente objetable esta afirmación prejuiciada de muchos “racionalistas”


Amar a Dios con el corazón, alma y mente


· Amaras a tu Dios con todo tu corazón: El corazón es el asiento del entendimiento y sabiduría (proverbios 16.21-23, I reyes 3.12) es decir que según la biblia el corazón, es el lugar que se encuentra la sabiduría y conocimiento; por lo tanto para poder amar a Dios con el corazón es necesario buscar el conocimiento divino, no humano (proverbios 1.7) pues el principio de la sabiduría es el temor a Dios, y un corazón imprudente es aquel que no tiene el entendimiento necesario que le permite reconocer lo que Dios significa. Amaras a Dios con todo entendimiento y sabiduría revelada por medio de la palabra inspirada en Dios en nuestros corazones. La sabiduría divina según interpretación de las escrituras abarca ciencias como la teología, filosofía, historia, etc. Etc.


· Amaras a tu Dios con toda tu alma: El alma es el principio de la voluntad, el querer, el centro de la personalidad de donde surgen los sentimientos, pasiones, afectos, etc. Todos los aspectos inmateriales que rodean al SER de cada persona. El alma da la vida al cuerpo, Génesis 2.7 como la respiración es el principal signo de vida física Salmos 150.6 Amar con el alma significa orientar nuestra voluntad a hacer el deseo de Dios II Timoteo 3.16, lo cual tampoco significa que únicamente nosotros estemos sujetos a la voluntad de Dios, pues Dios también cumple los deseos de quienes lo aman, Salmos 37.4; 145.19-20 El alma es el centro de la personalidad es decir nuestro SER, por lo tanto si queremos amar a Dios con el alma debemos colocar a Dios como gobernador del centro de lo que somos; para que podamos exteriorizar una personalidad orientada por Dios. La personalidad es el conjunto de características inherentes de cada individuo por separado, que lo hacen ser único; ejemplo: características intelectuales, afectivas, físicas, sentimentales, etc. Jesucristo es el ejemplo, y debe ser quien este al mando en nuestra personalidad, para poder dar como fruto una personalidad orientada en los parámetros permisibles de la doctrina cristiana Efesios 4.17-24, Juan 15.15.


· Amaras a Dios con toda tu mente Capacidad de intelectual; es decir capacidad de pensar, razonar, inferir, etc.


1. Amar a Dios pensando y discerniendo que es lo bueno y que lo es malo. Isaías 5.20, Heb 5.14

2. Amar a Dios deduciendo si estas actuando correctamente según los parámetros cristianos. Filipenses 4.8-9

3. Amar a Dios defendiendo tus convicciones (apologética) exponiendo las razones para constatar la autenticidad de nuestra fe. I Timoteo 4.16

4. Amar a Dios desenmascarando falsas doctrinas. Tito 1.10-11

5. Amar a Dios adquiriendo conocimientos para enriquecer nuestros criterios en cuanto a discusiones donde tengas que clarificar una postura apropiada como cristiano. Proverbios 4.7-8; 2.6

6. Amar a Dios no limitando tu capacidad intelectual; pues de ti pueden surgir obras que honren la gloria de Dios. Proverbios 16.3-4

7. Amar a Dios manteniendo un punto de vista apropiado frente a debates. I Timoteo 6.20-21


Conclusión

Ama a Dios con todo tu corazón, alma y mente; y no olvides que como consecuencia lógica estarás amando a tu prójimo también; y por ende estarás cumpliendo todo el deseo de Dios. Mateo 22.37-40.


©Edgar Ramírez

www.chais1984.blogspot.com

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