miércoles, 30 de junio de 2010

Un gran cataclismo fue la causa de la formación de cañones: El diluvio!!!

La geología secular admite la formación rápida de cañones por megainundaciones

21 junio 2010 — Es difícil negar la formación cataclísmica de cañones cuando se tiene la evidencia delante mismo. Observemos lo que sucedió en Texas hace pocos años, según lo comunica PhysOrg:

En el verano de 2002, una semana de lluvias torrenciales en el centro de Texas llevó al Lago Canyon —el embalse de la Presa Canyon— a rebosar y derramarse por su aliviadero y seguir aguas abajo por el valle del río Guadalupe en un desvío planificado para salvar la presa de una rotura catastrófica. La inundación, que persistió durante seis semanas, privó al valle de sus algarrobos, robles y suelo; destruyó un puente, y arrancó y arrastró peñascos de dimensiones de un metro del suelo. También, en una extraordinaria demostración de la potencia de las aguas embravecidas, esta inundación excavó un cañón de una longitud de 2,2 kilómetros y de 7 metros de profundidad en el lecho de roca.


Vista aérea del Lago Canyon y su presa en el río Guadalupe en el Condado Comal, Texas, EE. UU. Fotografía: USACE

En realidad el cañón se formó en solo tres días, según Science Daily. Live Science también informaba acerca de este hecho, y decía: «Algunos de los cañones más espectaculares de la Tierra y de Marte se formaron probablemente en un parpadeo de tiempo geológico, según sugiere un nuevo estudio que ha desvelado claves de su formación en el corazón profundo de Texas».

Esta clase de inundaciones cataclísmicas y sus cañones resultantes no son cosa desconocida en tiempos históricos, pero lo nuevo es que los geólogos están tomando nota y aplicando la lección del Lago Canyon a grandes megainundaciones prehistóricas en la Tierra e incluso en Marte. PhysOrg añadía: «Nuestro punto de vista tradicional acerca de los profundos cañones fluviales, como el caso del Gran Cañón, es que fueron tallados lentamente, según el flujo regular y ocasionalmente de moderadas crecidas de ríos erosiona la roca durante períodos de millones de años». Citando a Michael Lamb de Caltech, coautor de un artículo en Nature Geoscience,1 el artículo afirmaba que este no es siempre el caso: «Sabemos que algunos grandes cañones han sido tallados por grandes sucesos de inundaciones cataclísmicas durante la historia de la Tierra».

Lamb proseguía explicando que no es fácil distinguir entre un cañón formado por fuerzas cataclísmicas de otro formado gradualmente:

Desafortunadamente, estas megainundaciones cataclísmicas —que pueden también haber tallado unos espectaculares cañones en Marte– dejan generalmente pocas huellas que permitan distinguirlas de sucesos más lentos. «Hay muy pocos ejemplos modernos de megainundaciones», dice Lamb, «y estos sucesos no son generalmente observados, de modo que el proceso por el que sucede la erosión no se comprende bien». Sin embargo, dice, «los indicios que quedan atrás, como peñascos e islas de sedimentos con forma hidrodinámica, sugieren la presencia de agua en rápido movimiento» —aunque no nos revela nada acerca del marco cronológico durante el que corrió el agua.

Lamb encontraba que un proceso como el de «excavación» –en el que peñascos arrancados del lecho rocoso se convirtieron en enormes mazos en la corriente, y que cascadas retrocediendo por la erosión llevaron a la rápida erosión descendente del cañón. Y manifiesta la esperanza de que las características que se observan en el Lago Canyon servirán de ayuda para la interpretación de las huellas de megainundaciones en la Tierra y en Marte. Este es el resumen del artículo de Lamb y Fonstad:

Se cree que los cañones profundos de ríos se forman lentamente a lo largo del tiempo geológico (véase, por ejemplo, ref. 1 [el Gran Cañón]), cortado por corrientes moderadas que reaparecen periódicamente cada pocos años, 2, 3. En contraste, algunos de los cañones más espectaculares en la Tierra y en Marte fueron probablemente tallados de forma rápida durante antiguas megainundaciones4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12. La cuantificación de la descarga de la inundación y de la mecánica de la erosión que operó durante tales acontecimientos se ve dificultada porque carecemos de análogos modernos. La Garganta del Lago Canyon, Texas, fue tallada en 2002 durante una sola inundación cataclísmica13. Este suceso nos ofrece una rara oportunidad para analizar la formación de los cañones y poner a prueba las técnicas de reconstrucción paleohidráulicas bajo unas condiciones topográficas e hidráulicas conocidas. Aquí usamos modelos topográficos digitales e imágenes aéreas en los rangos visible e infrarrojo tomadas antes y después de la inundación, mediciones de campo y modelado de transporte de sedimentos para demostrar que la inundación desplazó peñascos de un metro de diámetro, excavó alrededor de 7 m de piedra caliza y transformó un valle con un recubrimiento de manto vegetal en un cañón tallado en un lecho rocoso en sólo alrededor de 3 días. Encontramos que la morfología del cañón depende en gran medida del tipo de roca: la excavación de bloques de piedra caliza produjo cascadas, canales internos y terrazas de valles en artesa en el lecho rocoso, mientras que la abrasión de aluviones cementados esculpió paredes, pozos de erosión e islas con formas hidrodinámicas. La formación del cañón fue tan rápida que la erosión pudo haber quedado limitada por la capacidad de la corriente de transportar sedimentos. Sugerimos que nuestros resultados podrían mejorar las reconstrucciones hidráulicas de similares megainundaciones en la Tierra y en Marte.

Sus referencias incluían el artículo de J H Bretz acerca de las scablands acanaladas de Washington y otras investigaciones sobre las inundaciones del lago Bonneville, pero ningún trabajo por parte de geólogos creacionistas que han postulado la formación rápida del Gran Cañón por una megainundación debida a la rotura de una presa natural. No consideran el Gran Cañón en este artículo aparte de decir en la introducción que «Se cree que la mayoría de los cañones fluviales excavados en roca fueron tallados lentamente a lo largo de millones de años (por ejemplo, el Gran Cañón, en los EE. UU., ref. 1) por corrientes moderadas que se repiten cada tantos años». No dicen si están de acuerdo con tal opinión ahora a la luz de su propio trabajo.

Lamb y Fonstad describían en el artículo lo difícil que es distinguir procesos lentos de los rápidos:

Es difícil identificar factores morfológicos en la Garganta del Lago Canyon que indiquen la formación del cañón durante un suceso de 3 días de duración, en contraste a una inundación de mayor duración o con sucesos múltiples. Por ejemplo, los canales interiores, knickpoints y terrazas se forman a menudo lentamente a lo largo del tiempo geológico en respuesta a cambios climáticos o a constricción tectónica, pero en la Garganta del Lago Canyon y en otras megainundaciones tienen que haberse formado rápidamente mediante inestabilidades intrínsecas en los procesos de erosión. A veces se infiere de una garganta estrecha que representa una erosión lenta y persistente, mientras que la Garganta del Lago Canyon fue formada en cuestión de días. Está claro que se precisa de modelos para la velocidad de erosión del lecho rocoso para calcular la duración necesaria de la inundación para excavar un cañón de un volumen conocido. Aunque se han realizado notables progresos, no existen modelos mecanísticos bien probados de erosión del lecho rocoso mediante excavación durante megainundaciones.

Hicieron lo mejor que pudieron para conseguir una «teoría semiempírica» de capacidad de transporte de sedimentos para dar cuenta de la rápida erosión de la Garganta del Lago Canyon. Aparentemente no era la resistencia del lecho rocoso lo que limitó la erosión, sino la capacidad del agua de desgajar y mover grandes bloques de roca: «Así, parece verosímil que la erosión de roca bien articulada debido a grandes inundaciones podría ser extremadamente rápida, de modo que la formación de los cañones queda limitada por la capacidad de la inundación de transportar los bloques excavados más que por el proceso mismo de excavación». Queda por ver si este va a ser el único sorprendente giro de paradigma a partir de este ejemplo observado de una rápida formación de un cañón. Puede que sea hora ya de cambiar muchos de los carteles de interpretación de los parques nacionales.


1. Lamb y Fonstad, «Rapid formation of a modern bedrock canyon by a single flood event». Nature Geoscience, Publicado en línea: 20 de junio de 2010 | doi:10.1038/ngeo894.

¿Que quiere decir con lo de que no se comprende bien? Si el geólogo secular hubiera estado leyendo las revistas creacionistas que han estado publicando investigaciones desde hace décadas, y que van muy por delante en este tema, no se sentirían tan despistados. Las revistas Creation Research Society Quarterly, Journal of Creation, y otras revistas con revisión por pares, escritas por científicos creacionistas que realizan investigaciones en campo y con doctorados en sus disciplinas, han estado hablando durante años y años acerca de la potencia de los procesos cataclísmicos para producir el Gran Cañón y otros grandes accidentes geográficos en sólo días y semanas debido a la rotura de presas y otros procesos de megainundaciones. No se trata de nada nuevo, pero las revistas seculares y los medios de comunicación de masas actúan como si lo fuese. Está bien que por fin la multitud secular, todavía medio amodorrada en su ensueño lyelliano, caiga en la conciencia de la realidad (más vale tarde que nunca), pero, ¿qué de dar crédito a quien crédito es debido? Los autores diluvialistas de artículos acerca de este tema deberían reunirse y entrar en la oficina de Lamb con los montones de sus artículos sobre formación cataclísmica de cañones por megainundaciones, apilarlos sobre su escritorio, y preguntarle: «¿Dónde ha estado usted metido todos estos años?»


Fuente: Creation·Evolution HeadlinesSecular Geology Admits to Rapid Canyon Formation by Megafloods 21/06/2010 Redacción: David Coppedge © 2010 Creation Safaris - www.creationsafaris.com
Traducción y adaptación: Santiago Escuain — © SEDIN 2010 - www.sedin.org
Usado con permiso del traductor para: www.culturacristiana.org


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