Por: DAVE MILLER, Ph.D. Los escépticos y ateos han criticado la descripción bíblica en cuanto a que Dios ordenó la destrucción de poblaciones completa—incluyendo a mujeres y niños. Por ejemplo, Dios instruyó a Saúl a través del profeta Samuel, diciendo, “Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos” (1 Samuel 15:3-4, énfasis añadido). Otros ejemplos incluyen el periodo de la conquista de Canaán cuando Dios instruyó al pueblo israelita a exterminar a las poblaciones cananeas que ocupaban Palestina en ese tiempo. Sin embargo, si se examina las circunstancias y se evalúa la lógica, la Biblia se auto-exonera consistentemente al ofrecer clarificación legítima y explicación que satisface al que investiga honestamente la verdad. Por ejemplo, el término hebreo herem, que se encuentra en Josué 6:17, hace referencia a la dedicación completa del enemigo a Dios ...
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