sábado, 12 de noviembre de 2011

Corrigiendo el Pensamiento Defectuoso

Dos Métodos de Razonamiento
Una Introducción a la Lógica Inductiva y a la Deductiva
Por Harvey Bluedorn. Copyright © 1995. Todos los derechos reservados.


Corrigiendo el Pensamiento Defectuoso 

A menudo suponemos que el pensamiento de la otra persona es incorrecto, sin considerar siquiera si el problema real se halla en realidad en nuestro propio pensamiento. Tendemos a elevar nuestras observaciones limitadas y nuestras plausibles opiniones al nivel de hechos seguros y de conclusiones infalibles. La fe ciertamente tiene una parte en la lógica, pero con demasiada frecuencia le damos la parte equivocada. Sabemos qué es lo que queremos creer, y por ende concluimos que ello debe ser verdadero. Pero eso no es necesariamente así. 

Necesitamos reconocer qué método de razonamiento estamos usando, y cuáles son los límites de ese método de razonamiento. 

Dos Métodos de Razonamiento 

El razonamiento puede ir en dos direcciones opuestas. El razonamiento deductivo se mueve de una premisa general a una conclusión más específica. El razonamiento inductivo se mueve de premisas específicas a una conclusión general. Estos dos métodos de razonamiento producirán dos tipos diferentes de resultados. 

El Razonamiento Inductivo 

Miremos primero al razonamiento inductivo. El razonamiento inductivo se mueve de lo particular a lo general. Reúne observaciones particulares en forma de premisas, luego razona a partir de estas premisas particulares hacia una conclusión general. La forma más común de razonamiento inductivo es cuando recopilamos evidencia de algún fenómeno observado (e.g., examinar a 10,000 perros en busca de pulgas), luego derivamos una conclusión general acerca de tal fenómeno basados en nuestra evidencia recopilada (e.g., el si todos los perros tienen pulgas.) En un argumento inductivo, la conclusión va más allá de lo que las premisas en realidad dicen. Por ejemplo, si observo 10,000 perros, y todos los perros tienen pulgas, puede que concluya “Todos los perros deben tener pulgas.” La conclusión es una conjetura o una predicción. La evidencia posterior puede que respalde o niegue mi conclusión. Puede que el perro número 10,001 no tenga pulgas. Por lo tanto, con un argumento inductivo, cualquiera puede afirmar todas mis premisas – los 10,000 perros con pulgas, y aún así negar mi conclusión (todos los perros tienen pulgas) sin involucrarse en alguna contradicción lógica. Lo que digo en mi conclusión es posible, puede que incluso parezca muy probable. Sin embargo, no es una conclusión necesaria. Si alguien dijera, “Algunos perros pueden tener pulgas, pero no creo que todos los perros tengan pulgas,” no hay una respuesta lógica que yo pueda hacer. La certeza lógica de mi conclusión depende completamente de mi correcta interpretación de la evidencia y de la consistencia de la evidencia con el resto del fenómeno que no fue observado, que no es observado, o que puede que nunca sea observado. Quizá yo tenga pulgas, y que sin querer se las haya pasado a cada uno de los 10,000 perros, de manera que los 10,000 perros en realidad no tenían pulgas excepto cuando los examiné. Tendría que examinar a todos los perros en todas las ocasiones bajo condiciones meticulosamente monitoreadas para poder “comprobar” mi conclusión. Pero esto sería una tarea poco práctica. Por lo tanto, es poco probable que mi conclusión vaya a ser comprobada alguna vez. Sin embargo, puede ser desmentida. 

Encuentre un perro sin pulgas. Entonces se quedará con la conclusión a la que debí haber llegado y con la cual comenzar, “Algunos perros tienen pulgas.” Quizá la mayoría de los perros, o casi todos los perros tengan pulgas. Pero todo lo que sé con seguridad es que algunos perros tienen pulgas. Recuerde, un argumento inductivo concluye con más de lo que las premisas en realidad justifican. 

Usamos el razonamiento inductivo todo el tiempo. Es muy útil. Pero debemos reconocer sus límites. La mayor parte del razonamiento inductivo no se basa en la evidencia exhaustiva, y por lo tanto la forma es incompleta. (10,000 perros no son todos los perros.) A menos que la evidencia o las observaciones sean exhaustivas (que examine todos los perros en busca de pulgas), la conclusión es solo una suposición. Puede que sea una buena suposición. La fuerza del argumento inductivo aumenta a medida que se acerca a la condición de completo. Si la evidencia que acepto representa todas las posibilidades en un todo, mi conclusión inductiva será correcta. Mientras más pueda demostrar que la evidencia es verdaderamente representativa, más convincente será mi conclusión. “10,000 perros de todas las edades y variedades escogidas al azar de entre todos los países de la tierra fueron examinados bajo condiciones controladas, y todos ellos tenían pulgas. Por lo tanto, parece probable que todos los perros tengan pulgas.” 

El Razonamiento Deductivo 

El razonamiento deductivo se mueve de lo general a lo particular. Toma una premisa general y deduce conclusiones particulares. Una argumento deductivo “válido” es aquel en el que la conclusión necesariamente se deriva de la premisa. (Todos los perros tienen pulgas. Éste es un perro. Por lo tanto, este perro tiene pulgas.) Puede ser que la premisa no sea “verdadera” pero, no obstante, la forma del argumento es “válida.” (Si todos los perros tienen pulgas, y si este es un perro, entonces necesariamente este perro tiene pulgas.) Un argumento deductivo “válido” contendrá algo en la conclusión totalmente nuevo e independiente de aquellas cosas mencionadas en la premisa del argumento. (Si todos los perros tienen pulgas, entonces mi perro debe tener garrapatas. Pero las garrapatas no se mencionan en la premisa.) Algunas veces no es tan obvio que algo nuevo ha sido introducido en la conclusión. (Solamente el hombre es un ser racional. Por lo tanto, ninguna mujer es un ser racional. Este argumento se equivoca en el significado de “hombre.” En la premisa, la palabra “hombre” significa humanidad, incluyendo a la mujer. En la conclusión, la palabra “mujer” se usa para designar aquella porción de la humanidad que es del género femenino, distinguiéndola de la porción masculina llamada “hombre.” De manera que un nuevo concepto – una distinción de género – es introducido en la conclusión.) 

Todo en la conclusión de un argumento deductivo válido debe también estar contenido en las premisas. (Hay normas acerca de cómo estas cosas han de disponerse, pero eso se halla más allá de nuestros propósitos.) Por lo tanto, todo razonamiento deductivo válido realmente es, por naturaleza, un razonamiento circular o que “da por sentado aquello por lo cual pregunta.” Eso no quiere decir que la conclusión no tenga valor. (Si Johnny conduce el bus 96 minutos todas las mañanas y 96 minutos todas las tardes, cinco días a la semana, y si Johnny duerme ocho horas cada día, entonces Johnny pasa el equivalente de un día despierto [16 horas] en el bus cada semana. La conclusión está totalmente contenida en las premisas, pero la conclusión replantea esas premisas de una manera que hace que entendamos más plenamente las consecuencias de conducir tanto el bus.)

La verdad (o veracidad) de la conclusión de un argumento deductivo depende de dos cosas: la condición de correcta (o validez) de la forma del argumento, y la verdad (o veracidad) de la premisa. La validez de la forma está determinada por la aplicación de las reglas establecidas. Así que, la única debilidad de un argumento deductivo es el verdadero valor (veracidad) de sus premisas. Sus conclusiones son únicamente tan buenas como sus premisas. O, para decirlo de otra manera, sus presuposiciones siempre determinarán sus conclusiones. 

Fuentes de las Premisas Deductivas 

Si uno cree todas las premisas en un argumento deductivo válido, debe creer en la conclusión. La premisa de un argumento deductivo puede provenir de varias fuentes. Para evaluar la verdad del argumento deductivo es importante reconocer la fuente de sus premisas. 

La conclusión de un argumento inductivo puede ser usada como la premisa de un argumento deductivo. La debilidad de la mayoría de argumentos inductivos es que comienzan con premisas incompletas. (10,000 perros no son todos los perros.) Uno puede llegar a una conclusión inductiva falsa (Todos los 10,000 perros examinados tenían pulgas, por lo tanto todos los perros tienen pulgas.). Puede que use esta conclusión falsa como la premisa de un argumento deductivo válido (Puesto que todos los perros tienen pulgas, por lo tanto debe perro debe tener pulgas.) Si la premisa es falsa, la conclusión es falsa. (Puede que este perro en verdad tenga pulgas, pero no es una consecuencia necesaria del hecho de que todos los perros tienen pulgas, porque todos los perros no necesariamente tienen pulgas, solamente 10,000 perros tenían pulgas al momento de ser examinados.) Los científicos comúnmente llegan a conclusiones inductivas sobre la base de información inadecuada, entonces argumentan deductivamente a partir de su inducción. 

El Argumento Inductivo Inválido y Falso: 

Todas las criaturas vivientes tienen un código genético. 
Por lo tanto, todas las criaturas vivientes están genéticamente relacionadas. 

El Argumento Deductivo Válido pero Falso: 

Todas las criaturas vivientes están genéticamente relacionadas. 
El hombre es una criatura viviente. 
Por lo tanto, el hombre está genéticamente relacionado con todas las otras criaturas vivientes. 

Las premisas de un argumento deductivo pueden provenir de una observación directa. Si las observaciones son correctas, usted puede confiar en la conclusión. (Salvo que sucedan las circunstancias más extraordinarias, aquella locomotora tarde o temprano pasará sobre estos rieles. A menos que quite estos rieles, aquella locomotora tarde o temprano pasará sobre mí – salvo que sucedan las circunstancias más extraordinarias.)

La premisa de un argumento deductivo puede provenir de sentimientos emocionales. A menudo la premisa emocional está implicada, no expresada, por lo tanto debe ser discernida. (Si me amaras verdaderamente nunca me hablarías de ese modo. La premisa implicada es que el verdadero amor prohíbe constantemente ciertos tipos de lenguaje.) 

Algunos derivan sus premisas para su argumento deductivo a partir de sus circunstancias prácticas. (Si ese programa del gobierno me da un empleo, entonces ese programa gubernamental es bueno. La premisa implicada es que cualquier cosa que provea empleos es buena.) 

A menudo encontramos una definición como la premisa de un argumento deductivo. (Un lápiz, por definición, es un instrumento de escritura largo y cilíndrico que contiene un trozo delgado de grafito para escribir. Este es un instrumento de escritura largo y cilíndrico que contiene un trozo delgado de grafito para escribir. Por lo tanto, éste, por definición, es un lápiz.) Si la definición es correcta, y el argumento es válido, entonces la conclusión es verdadera. 

Para el Cristiano la Biblia provee una inmensa fuente de declaraciones verdaderas que puede usar como premisas en argumentos deductivos válidos para llegar a conclusiones verdaderas. 

Todo el consejo de Dios, con respecto a todas las cosas necesarias para su propia gloria, la salvación del hombre, la fe y la vida, se halla, o expresamente establecido en la Escritura, o pueden ser deducidas, por consecuencia buena y necesaria, a partir de la Escritura: a la cual nada, en ningún tiempo, se le ha de añadir, ya sea por nuevas revelaciones del Espíritu, o tradiciones de los hombres. – Confesión de Fe de Westminster, I, 6. (Abominables son para Jehová las pesas falsas. [Proverbios 20:23; 11:1] Si la moneda de curso legal se halla sin respaldo es un peso falso y si el interés no ganado es una balanza falsa, entonces tal moneda y tal interés son abominables para el Señor.)

La Inducción y la Deducción Comparadas 

Se puede comprobar como falsa la conclusión de un argumento inductivo encontrando un ejemplo contrario. (Todos los 10,000 perros tienen pulgas, por lo tanto todos los perros tienen pulgas. Encuentre un perro sin pulgas y esta conclusión será comprobada como falsa.) Pero la conclusión inductiva nunca puede ser probada como verdadera a menos que agote todas las posibilidades de la premisa. (Todo lo que usted sabe es que algunos perros tienen pulgas. Usted tiene que examinar a todos los perros para concluir en que todos los perros tienen pulgas.) 

La conclusión de un argumento deductivo válido no puede ser probado como falso a menos que sus premisas también sean probadas como falsas, y no puede ser probado como verdadero a menos que sus premisas también sean comprobadas como verdaderas. En otras palabras, la verdad o la falsedad dependen de las premisas. 

La inducción generalmente está orientada al futuro. Reúne información específica, luego deriva una conclusión general que predice lo que encontrará en el futuro. (Todos los 10,000 perros examinados tenían pulgas. Por lo tanto, predigo que seguirá encontrando que todos los perros tienen pulgas.) Esta conclusión está sujeta a prueba por medio de la observación futura. Algunos tratan de “predecir” el pasado inobservable, como un detective forense que investiga crímenes, o como un científico especulativo que investiga los orígenes del universo. Estos tipos de “predicciones” no están sujetas a prueba. 

La deducción generalmente está orientada al pasado o al presente. Se presume que sus premisas ya han sido probadas. Obtiene de la información general, luego extrae una conclusión específica que prueba la verdad pasada o presente. La Biblia es una fuente de premisas verdaderas por las cuales alguien puede probar el pasado inobservable (la creación, las vidas de los padres patriarcales) o el futuro inobservable (la primera venida de Cristo, la destrucción de Jerusalén).

Tanto los argumentos inductivos como los deductivos requieren fe. Un argumento inductivo requiere fe en su conclusión, mientras que un argumento deductivo requiere fe en sus premisas. 

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5 comentarios:

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  2. "DIOS HUBIERA DICHO"...
    “-Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida...Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti... ¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa. Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti. Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo...El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.
    -Deja ya de estar leyendo "supuestas escrituras sagradas" que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito… ¡No me encontrarás en ningún libro!
    -Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?...
    -Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo...
    -Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice… yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias…¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti?... ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice?... ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad?... ¿Qué clase de Dios loco podría hacer eso?”…Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti... Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía. Amado hijo mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso... Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
    -Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro...
    -Eres absolutamente libre para crear en tu propia vida un cielo o un infierno.
    -No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo: Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir. Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar: ¿Te gustó?… ¿Te divertiste?… ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Que aprendiste?…
    -Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar... Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti... Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar...
    -Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?
    -Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido?: Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?… ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.
    -Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?...
    -No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en ti." (Baruch Spinoza Filósofo humanista holandés- 1632-1677)...

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  3. Saludos buenas tardes, gracias por los amables comentarios y su gentil participación en este espacio, es para mi un placer poder debatir ideas contigo, sabes creo que en relacion a el tema de los dogmas, creo que hay ciertas teorías en la ciencia que han tomado la figura de un dogma... por ejemplo en biología, se nos dice que la evolución explica la biología, y no se puede cuestionar estas ideas, tu lo sabes perfectamente... de hecho analizando el tema concluiríamos que dogmas también hay en el seno de la ciencia, que no se permite cuestionarlas... por cierto gracias por compartirme lo que escribió Baruch Spinoza no había leído algo asi de el... bendiciones y espero continuemos hablando del tema, creo que aferrarse a un dogma puede conducirnos a una grave equivocación, entiendo claramente lo que me quieres decir Julen, saludos y feliz día!!!

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  4. Jesse: He suprimido voluntariamente el primer comentario, porque fue recortado (censurado) en su parte más importante, y ello le quita todo sentido...
    Me alegra saber que te he gustado la entrada referida a Spinoza, pero falta una pequeña parte, que no entró, por exceso de caracteres (Mas de 4096)...Es sólo el comentario que yo le hago, y aquí te lo envío:
    "-Quizá, al leer a Spinoza sin conocerlo, no advertimos que su famoso: “Dios hubiera dicho”, es en realidad una “oración laica”…Mejor digamos, para no entrar en confusiones: “Oración agnóstica y humanista”, que de esto sí tenía Spinoza: un profundo humanismo…Y digo que su oración es agnóstica, porque desde su inicio parece querer decir, sin aclararlo: "Si Dios existiese, hubiera dicho"…Los condicionamientos de su tiempo no le permitían ir mas allá; incluso hasta el Siglo XVIII, no estaba mal visto que un científico reconocido, se declarase creyente. Pero Spinoza, definitivamente no lo era…Newton sí lo era; pero entre los filósofos era una rareza ser “creyente”…Habla libremente de aquellas cosas que para la Religión, aun hoy día son tabú: libertad de pensamiento, la sexualidad, el goce y el pecado…En el campo de la filosofía Spinoza se declara “monista”, esto es, no cree en la existencia de un dualismo "cuerpo-alma". Para Spinoza el hombre es “cuerpo y mente”, y todo en su conjunto es parte de una sustancia universal con infinitos modos e infinitos atributos…
    También es “determinista”, lo que supone que no cree en el "libre albedrío": asegura que el hombre está determinado por leyes universales que lo condicionan mediante la “ley de la preservación de la vida”. Así, afirma que ser libre es regirse por la “razón” frente a la “sumisión de la religión”. Pero es indudable, que en la Holanda tolerante y liberal de 1650, Spinoza, pese a vivir sólo 44 años, logró expandir muy ampliamente su pensamiento hasta nuestros días, y es considerado uno de los Filósofos fundamentales...

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  5. Discúlpame la confusión con tu nombre: Eres Edgar Isaí Ramirez López...Ah..por cierto, yo me llamo Julen, y no Natividad, como salió publicado en el Post...Saludos, y que Alá te bendiga...

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