¿Es humano un embrión?



embryo
Esta es una pregunta difícil de responder por diversas razones. La primera, es que soy teólogo, no biólogo y la segunda, no pretendo ser un experto en el campo antes mencionado. Sin embargo, espero contribuir con ideas que tengan sentido dentro de la discusión.

Primero que todo, creo que la pregunta utilizada en el título es insuficiente. Más bien debería ser: “¿Es humano por naturaleza un embrión en el útero de una mujer?” La pregunta inicial no está completa ya que generalmente pensamos de un ser humano desde su etapa de bebé hasta un hombre o una persona ya vieja. La pregunta revisada trata más honestamente con el tema de la naturaleza de la vida en el útero y amplía más la discusión.
Para poder responder a la pregunta, necesitamos definir lo que significa “ser humano”. Y pienso que la respuesta descansa en entender dos conceptos primordiales: El aspecto físico y la esencia de la humanidad. En lo físico quiero decir la apariencia externa obvia y la función del cuerpo humano el cual es gobernado y estructurado por diferencias biológicas. En cuanto a la esencia de la humanidad, quiero decir que es la parte humana que es primordial al ser humano como tal, y está separada de su aspecto físico.

Lo físico

Físicamente, somos bilateralmente simétricos. Esto es, el cuerpo humano puede ser dividido verticalmente en dos mitades las cuales son como espejo entre sí. Tenemos 46 cromosomas, caminamos erguidos, nuestros cerebros son grandes, contamos con pulgares opuestos, etc. Somos similares en estructura a los primates, pero diferentes en muchas áreas tales como la capacidad de nuestro cerebro así como la capacidad de razonamiento, la habilidad compleja del lenguaje,1 nuestro propio caminar erguido, etc. Aún cuando varios animales comparten ciertos aspectos de las cualidades humanas en un grado excesivamente inferior, las personas son superiores a los animales en estas áreas.

La esencia del ser humano

El tema de la esencia de lo que hace a alguien humano es más que un tema difícil. En vez de la definición física de la ciencia de “cortar y disecar”, determinar la esencia de lo que hace a un ser humano requiere un acercamiento más de razón y filosófico. Permítame ilustrarlo.
Si una persona estuvo involucrada en un accidente y perdió ambos brazos y piernas, ¿sería todavía un ser humano? ¡Claro que sí! Digamos que también ha perdido sus genitales. Esa persona todavía es por naturaleza, humana, aún cuando no tenga la habilidad para reproducirse. Por lo tanto, es claro que ser un humano es más que simplemente tener brazos, piernas y genitales. Continuemos diciendo también que esa misma persona se encuentra en un coma en un hospital. ¿Sigue esa persona siendo humana? Una vez más: sí. Solo porque esa persona no esté funcionando apropiadamente—por ejemplo, hablando, caminando, razonando, etc. —no significa que ha dejado de ser un humano. Aún el hecho de que él/ella dependa completamente de otros para poder seguir llevando su vida, no significa que ha dejado de ser humano. Por lo tanto, es obvio que el ser humano es más que sólo las cualidades físicas. Existe una esencia del ser humano que:
  1. No puede ser simplemente cubierta por las solas descripciones físicas y funciones, y
  2. Es independiente de ciertas cualidades físicas y funcionales.
La humanidad es innata y estas cualidades innatas, deben ser incluidas en las discusiones acerca de eliminar la vida en el útero de la mujer.

¿Cuándo empieza esta humanidad?

Entonces, la pregunta sería: “¿En qué momento empieza esta humanidad?” Yo no puedo darle una respuesta con autoridad, pero ahora existen dos temas que requieren revisión. El primero: Si nosotros no sabemos cuándo la vida se convierte en humana, ¿por qué nos tomamos el riesgo de eliminarla asesinándola? Si no se sabe cuándo la vida en el vientre se “convierte en humana”, entonces, es mejor estar seguro que lamentarlo. El segundo tema es: La “cosa” en el vientre está indudablemente viva, ya sea esta un zigoto celular individual o un bebé totalmente desarrollado. Entonces, su naturaleza humana. Tiene ADN humano y está vivo. Por necesidad, es humano por naturaleza. ¿Es la vida en el útero la de un perro, gato, mico, pez, pájaro, etc.? Obviamente no. Es obviamente un embrión humano. Claro está, la objeción que levantarán los abortistas es que el embrión es sólo un humano en potencia pero no un humano en su totalidad debido a que no puede vivir independientemente de la madre. Para responder a esto, regresemos a la ilustración antes mencionada con relación a la víctima accidentada.
Si la recuerda, la persona en el hospital no tiene brazos o piernas y está en coma. Es completamente dependiente de otros. La única diferencia real entre esa persona y un embrión es que esa persona ha nacido y depende totalmente de otros para vivir. ¿Se le puede quitar a esa persona el título de humano por que depende de otros? ¡Claro que no! Por lo tanto, podemos ver que la afirmación de que la vida en el vientre no es humana porque está dependiendo completamente de la madre es equivocada e injustificada. Esta no es una circunstancia suficiente para negar su humanidad. Así que, ¿es el embrión en naturaleza humano? Sí. ¿Está vivo? Sí. Por lo tanto, tenemos una vida que por naturaleza es humana y que está creciendo en el vientre de la madre. ¿Sería entonces correcto asesinarla?
  • 1. Estoy consciente de los experimentos del lenguaje llevados a cabo con los simios. Hasta cierto punto ellos pueden comunicarse, expresar ideas y aún razonar. Estas habilidades son muy limitadas y en comparación, son un pálido reflejo de las habilidades de los humanos. Fuente http://miapic.com/

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