miércoles, 15 de julio de 2009

¿La octava maravilla del mundo es falsa o real?

19 mayo 2009 — Los compradores generalmente desconfían de los anuncios con excesivo bombo; saben que cualquier afirmación que suene a demasiado buena para ser verdad por lo general tiene gato encerrado. ¿Que vamos a pensar acerca de los titulares en los medios de comunicación que proclaman que un nuevo fósil de mono recién descubierto es «la octava maravilla del mundo»?


Darwinius massillae
Fotografía: PLoS ONE

Apenas salió a la luz el artículo científico en PLoS ONE1 que los medios de comunicación de masas se lanzaron en masa, como si coordinados, con la manida frase de «el eslabón perdido». Un par de comunicados de prensa acerca del nuevo lémur fósil de una hembra a la que se ha dado el nombre de Ida son serenos y racionales, como el de Gautum Naik en Wall Street Journal. Si lo que él escribe es cierto, que los debates actuales persistirán a pesar del fósil, entonces las afirmaciones de otros reporteros son evidentemente exagerados (véanse muestras más abajo).

Todo lo que se ha encontrado es un fósil bien conservado en Alemania que es lémur en un 955, al que se asigna una edad de 47 millones de años. Lo único que de que carece en relación con los lémures modernos es una diente especializada para el acicalado, una garra especializada para el acicalado, y una nariz húmeda (aunque «no podemos decir si tenía una nariz húmeda o no», según confesión de Philip Gingerich, presidente de la Sociedad de Paleontología Americana). Aparte de esto, el fósil parece el de un lémur moderno. Para los evolucionistas, tiene relevancia para debates acerca de si el antecesor común de todos los monos, simios y (supuestamente) nosotros, era un tarsero o un lémur. Nada tiene que ver con cuestiones de supuesta descendencia más reciente acerca de la evolución humana desde simios de tipología chimpancé que, según la historia darwinista, habrían divergido 41 millones de años más tarde. Como observa Naik, este fósil probablemente no va a convencer ni a los creacionistas, ni a los evolucionistas que creen que los tarseros fueron los antecesores comunes.

Pero todo esto no lo sabríamos por algunos de los reportajes que salen en la prensa. Science Daily lo califica como «extraordinario» y prodiga los tópicos darwinistas transicional, primitivo y antecesor. Este fósil, dicen, es una «Piedra de Rosetta» y «patrimonio de la humanidad» por lo que se refiere a su trascendencia. Es el «primer eslabón hacia todos los humanos», decía otro evolucionista. David Attenborough, que está preparando un documental televisivo llamado Link [eslabón] sobre este espécimen, decía: «Este pequeño ser va a mostrarnos nuestra vinculación con todo el resto de los mamíferos. El eslabón que habrían considerado como perdido hasta ahora ... ya no está perdido».

Uno podría preguntarse cómo Attenborough va a poder tener un documental listo para antena este 25 de mayo si este descubrimiento se está desvelando justo ahora. La verdad es que formaba parte de un estudio que ha estado realizándose durante dos años y que un equipo internacional de científicos ha mantenido en total secreto; por lo que parece han tenido todo el tiempo necesario para preparar la prensa para una campaña de bombo publicitario. Y bombo es lo que han tenido. Sky News parecía que iba a quedarse sin superlativos en su cobertura. El fósil es «descrito por expertos como la “octava maravilla del mundo”», proclamaba Alex Watts; «Dicen que su impacto sobre los círculos paleontológicos será “algo parecido al de un asteroide cayendo sobre la Tierra”». Charles Darwin ha sido vindicado: «Los investigadores dicen que la prueba de esta especie de transición finalmente confirma la teoría de la evolución de Charles Darwin, y las ideas entonces radicales y extravagantes que formuló durante su tiempo a bordo del Beagle». Citando a Attenborough: Darwin «se habría sentido entusiasmado» si hubiera visto este fósil:

«Este diminuto ser va a mostrarnos nuestra vinculación con todo el resto de los mamíferos», decía.

«Éste es el que nos conecta directamente con ellos.»

«Ahora la gente puede decir: “Vale, somos primates, mostradnos la conexión”.»

«El eslabón que hasta ahora habrían dicho que estaba perdido —bien, ya no está perdido.»

Jorn Hurum, el paleontólogo noruego que obtuvo el fósil, da una cita de peso: «Este fósil es realmente una parte de nuestra historia; forma parte de nuestra evolución, allá en lo hondo, lo más hondo de las eras, hace 47 millones de años.» Este fósil ha sido hecho objeto de admiración «como una pintura predilecta de Van Gogh o de Picasso». Hurum se sintió tan maravillado ante el mismo que «no pudo dormir durante dos días». Este ser vivía cuando «emergieron las primeras ballenas, los primeros caballos, murciélagos y monos» y es la «última pieza del rompecabezas de Darwin», escribía Watts. Y concluía con el triunfo de la ciencia sobre la religión: la reacción de la esposa del Obispo de Worcerster ante la teoría de Darwin, con su «famosa» actitud: «¡Que descendemos de los simios! Querido, esperemos que esto no resulte cierto, pero si es así, roguemos por que esto no se llegue a extender.» A lo que Watts añade con tono de triunfo: «Ahora, desde luego que sí».

Cosa sorprendente, BBC News parecía olerse una conspiración:

Pero algunos expertos independientes, que esperan una oportunidad para ver el nuevo fósil, sienten escepticismo ante estas afirmaciones. Y se han manifestado de forma crítica ante el bombo publicitario que ha rodeado a la presentación de Ida. El fósil fue lanzado con gran fanfarria en el Museo Americano de Historia Natural en Nueva York, y por el alcalde de la ciudad. Aunque los detalles del fósil acaban de publicarse en una revista científica —PLoS One—, ya están en liza un documental de TV y un libro ...

Los expertos independientes están deseosos de examinar el nuevo fósil, pero algo escépticos ante cualquier pretensión de que pueda ser «un eslabón perdido». El doctor Henry Gee, redactor jefe en la revisa Nature, decía que el término mismo era engañoso, y que la comunidad científica tendría que valorar su importancia. «Es cosa sumamente grata tener un nuevo descubrimiento, y será bien estudiado», decía. Pero añadía que no era probable que se encontrase en la misma categoría que descubrimientos principales como «el hombre de Flores» o los dinosaurios con plumas.

Sin embargo, el frenesí de los medios de comunicación parece impulsado por los descubridores mismos. La oportunidad apenas si parece una coincidencia. «La han llamado Darwinius masillae», observaba BBC News, «para celebrar su lugar de origen y el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin». Hurum también decía a la BBC que era «un sueño convertido en realidad». Y Chris Beard, un paleontólogo americano, se sintió «pasmado» —no por el fósil, sino «por todo el aparato publicitario que rodea al nuevo fósil».

Live Science también informaba acerca de la sospechosa y estrepitosa propaganda alrededor de este fósil. «Los científicos destaparon el fósil con mucha pompa y circunstancia en el Museo Americano de Historia Natural, donde incluso el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, estaba ahí para exaltar el descubrimiento», decía Clara Moskowitz en su reportaje. «... El fósil ha estado cubierto de secreto, y su desvelamiento se realizó más como una producción de Hollywood que un descubrimiento científico». Moskowitz reproducía los superlativos pronunciados por el mismo Jorn Hurum, el director del equipo, casi como en tono de burla: «Esto es como un Santo Grial de la paleontología», decía él: «Este fósil probablemente aparecerá en todos los libros de texto durante los próximos 100 años».

Cuando se le preguntó si la publicidad que rodea al fósil no era excesiva (History Channel pregona el descubrimiento como «el descubrimiento más importante en 47 millones de años»), Hurum dijo que no le parecía así.

«Esto forma parte de divulgar la ciencia al público para conseguir su atención», decía: «No me parece que esté tan mal».

Como sería de esperar, el artículo científico es de tono mucho más prudente. «No interpretamos Darwinius como antropoide, pero los primates adapoides que representa merecen una comparación más cuidadosa con los altos primates que la que han recibido en el pasado». De hecho, lo más destacable acerca del fósil era su excepcional preservación —y su turbio pasado. Este fósil ha tenido una historia llena de altibajos. Fue descubierto por coleccionistas aficionados en 1983 y partido en dos mitades. Una mitad fue manipulada por un coleccionista de fósiles de Wyoming para hacer parecer que estaba completo, según informaba Science Daily. La otra mitad estuvo colgada de la pared de un coleccionista alemán hasta 2006, y luego cayó en manos de un marchante privado, que lo presentó al Profesor Hurum en una exposición comercial de fósiles. Sky News informaba que Hurum tuvo que conseguir el equivalente a 1 millón de dólares para adquirirlo —diez veces el precio de fósiles raros. Nadie dice si está dando bombo al fósil para ayudar a recuperar su inversión. En todo caso, los darwinistas, si no tienen verdaderas razones para su entusiasmo, están sin embargo entregados a este nuevo icono de su fe.


1. Franzen, Gingerich, Habersetzer, Hurum, Koenigswald, Smith, «Complete Primate Skeleton from the Middle Eocene of Messel in Germany: Morphology and Paleobiology», Public Library of Science ONE 4(5): e5723. doi:10.1371/journal.pone.0005723.

Aquí tenemos la versión del Partido Darwinista de una reunión de avivamiento o de éxtasis religioso. ¿No tienes fe? Cree —vienen a decir—, y visualiza tu legado evolutivo: adora esta nueva y santa reliquia, con la que Charles Darwin recibe su apoteosis. Sin olvidar la historia en el vitral pintado y animado del documentario de Attenborough, el dispensador de la doctrina darwinista a las grandes masas.


Y los lémures, lémures son ...
Fotografía: Snowmanradio

Es un lémur, amigos. Sencillamente, un lémur. No hay para tanto. Si este fósil es 95% lémur y se le describe como la 8ª Maravilla del Mundo, mejor será darnos un paseo e ir a ver un lémur al 100%, viviendo y coleando en el zoológico.

Ante todo el bombo desatado desde el Museo Americano de Historia Natural en Nueva York, es oportuno recordar la conferencia dada allí en 1981 por Colin Patterson, que era entonces Conservador de Invertebrados y Director del Museo Británico de Historia Natural, criticando incisivamente todo el planteamiento epistemológico del evolucionismo, con su acerada pregunta: «¿Me pueden decir algo acerca de la Evolución?». La lectura de esta conferencia y del turno de preguntas y respuestas que siguió es sumamente significativa en el tiempo presente.

Fuente: http://sedin-notas.blogspot.com/2009/05/ida-darwinius-masillae-otro-eslabon.html

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