lunes, 8 de febrero de 2010

1.2 ORANDO CON LA PALABRA DE DIOS

COMO APROPIARNOS DE LAS PROMESAS DE DIOS

1.2 ORANDO CON LA PALABRA DE DIOS


INTRODUCCIÓN


Una de las formas más maravillosas de unir la oración con la palabra de Dios es mencionar textualmente la Escritura. En otras palabras, cuando el Espíritu Santo nos lleva a un determinado pasaje durante nuestro estudio u oración, podemos repetir esa misma Escritura reclamándola del señor, dentro de nuestras plegarias. Muchos pasajes en las escrituras son una fuente de inspiración para poder dirigirnos en nuestras oraciones, por lo que no esta de sobra mencionar que la utilización de pasajes bíblicos produce autoridad, respaldo y confirmación. Desde luego se debe acompañar por una vida cristiana dirigida por parámetros bíblicos, para poder hacer más efectiva la relación que tengamos con el señor, pues fruto de ello será que podamos alcanzar de los favores de Dios.


I) HACIENDO ORACIONES DE ALABANZA Y ADORACIÓN.

En primer lugar es maravilloso orar repitiendo los salmos y otras expresiones de alabanza en la Biblia.

Ejemplos:

El alma es el principio de la voluntad, el querer; el centro de la personalidad de donde surgen los sentimientos, pasiones, afectos, etc. El alma es el centro de la personalidad es decir nuestro SER, por lo tanto si queremos amar a Dios con el alma debemos colocar a Dios como gobernador del centro de lo que somos.

“Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.

Beneficios:

Las iniquidades son las acciones fruto de un corazón gobernado por el pecado.

Él es quien perdona todas tus [mis] iniquidades, el que sana todas tus [mis] dolencias; el que rescata del hoyo tu [mi] vida, el que te [me] corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu [mi] boca de modo que te [me] rejuvenezcas como el águila” Salmo 103.1-5

Disponer el corazón es ordenarlo o prepararlo para Dios. Lo que implica limpiarlo para que Dios pueda entrar en el. Marcos 7.21-23

“Mi corazón esta dispuesto, oh Dios; cantaré y entonaré salmos; esta es mi gloria. Despiértate, salterio y arpa; despertare al alba. Te alabare, oh Jehová, entre los pueblos; a ti cantare salmos entre las naciones. Porque mas grande que los cielos es tu misericordia, y hasta los cielos tu verdad. Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios, y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria”

Salmos 108.1-5

II) ORANDO CON LAS PROMESAS DE DIOS.

Promesas que el señor lleva a que reclamemos de Dios y que nos apoderemos de ellas.

“Sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándonos a nosotros mismos” Santiago 1.22

Esfuérzate y se muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mando; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra,

Para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartara de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditaras en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él esta escrito;

No sirve de nada meditar, memorizar, estudiar, escribir reflexiones, o andar la Biblia en todas partes; si no la vamos a ponerla en práctica. Presumir conocimiento bíblico o teológico no es suficiente.

Porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Josue 1.7-8

El autor al mencionar por segunda vez esta condicionante para poder ser prosperado, quiere dejar en claro, que la prosperidad depende exclusivamente de poner en práctica la palabra.

CONCLUSIÓN

En las batallas de la vida, cuando empezamos a perder la fe o Dios parece estar lejos, es muy útil declarar con firmeza quien es ÉL y que nos ha prometido.


Edgar Ramírez

Maestro de Educación Cristiana

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