Viviendo lejos de la sombra del altísimo
Muchas veces cuando somos testigos de situaciones en las que pensamos que la protección de Dios se ha alejado de nuestras vidas y constantemente vemos contrastar las promesas de Dios, con nuestras propias realidades; y dudamos de que en realidad Dios pueda ser realmente el apoyo de nuestra vida, y nos desanimamos al punto que ya no queremos saber nada de Dios y decepcionados creemos que darle la espalda a nuestras convicciones será lo mejor.
Sin embargo existe un detalle muy importante que como cristianos debemos conocer, que Dios se acerca a nosotros, cuando nosotros nos acercamos a el Santiago 4.8, el estar cerca de Dios implica estar bajo su cobertura, es decir bajo su protección. Si habitamos bajo la sombra del omnipotente sin duda estaremos en el lugar mas seguro que puede existir en el universo, pero esa sombra nos cubre si estamos cerca de él. Dios desea estar cerca de nosotros, pero es decisión de nosotros querer compartir nuestro techo con el señor, y cuando hablo de nuestro techo, es el lugar donde debe morar el señor dentro de nuestros corazones.
Sí nosotros nos aislamos de la sombra del altísimo, seguramente estaremos desprotegidos por el señor, y claro el hecho que seamos los hijos de Dios no quiere decir que nos podamos alejar de nuestro padre, y siempre seguir creendo que estaremos bajo su abrigo, ya que en momento salimos de su alcance estaremos fuera de su cobertura divina.
Sí un hijo se escapa del hogar; por más que los padres desearían protegerlo de los peligros de la calle, ya no es posible puesto que ha salido de su alcance. Igual funciona con el señor; podemos ser hijos legítimos y con todo el derecho, sin embargo si nos alejamos de Dios, por más que Dios desee protegernos de todo mal, ya no será posible… y eso no significa que no tenga el poder de hacerlo, pues si lo tiene. Sin embargo el no quiere tener una relación con nosotros si nosotros no tenemos la voluntad para querer estar cerca de él, con él y en él, a Dios le duele que nosotros enfrentemos las consecuencias de vivir lejos de su abrigo divino. Todo en la vida tiene consecuencias, ya sean buenas o malas, siempre cada decisión tendrá su consecuencia, si decidimos como hijos, acercarnos al Señor y vivir bajo su cobertura protectora divina, seguramente experimentaremos una vida segura en el Señor.
Pero si nos alejamos del Señor, seguramente estaremos expuestos a cualquier peligro. La vida fuera de Dios es insegura, y si caemos no hay nadie que nos levante, sin embargo bajo el abrigo del altísimo estamos seguros y si por cualquier motivo resbalamos habrá alguien quien nos ayude y restaure.
Edgar Ramírez
Maestro de Escuela Dominical
Para: www.culturacristiana.org
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