martes, 19 de octubre de 2010

¿Ciencia o fe? Fe en Dios ó fe en Darwin

Gracias a la teoría de la evolución, ahora el naturalismo es la religión dominante de la sociedad moderna. Hace menos de un siglo y medio, Charles Darwin popularizó el credo para esta religión secular con su libro The Origin of Species. Aunque muchas de las teorías de Darwin sobre los mecanismos de la evolución fueron descartadas ya hace mucho tiempo, la doctrina de la evolución misma ha logrado mantener el estatus de un artículo fundamental de fe en la mente moderna popular. El naturalismo ha reemplazado el cristianismo como la religión principal del mundo occidental, y la evolución ha sido el dogma principal del naturalismo.

El naturalismo es la perspectiva que toda ley y cada fuerza que opera en el universo es natural en vez de moral, espiritual o sobrenatural. El naturalismo es inherentemente anti-teístico, rechazando el concepto mismo de un Dios personal. Muchos asumen que el naturalismo entonces no tiene nada que ver con la religión. De hecho, es un concepto erróneo común que el naturalismo encarna la misma esencia de la objetividad científica. A los mismos naturalistas les gusta describir su sistema como una filosofía que está en la oposición a todas las perspectivas basadas en la fe, fingiendo que es científicamente e intelectualmente superior precisamente por su supuesto carácter no religioso.

Pero no es así. La religión es exactamente la palabra correcta para describir el naturalismo. La filosofía entera está construida sobre una premisa basada en la fe. Su presuposición básica—un rechazo a priori de todo lo sobrenatural—requiere un gran salto de fe. Y casi todas sus otras teorías deben ser tomadas por fe también (vea abajo).

Considere el dogma de la evolución, por ejemplo. La noción que los procesos naturales evolucionarios puedan dar cuenta al origen de toda especie viviente nunca ha sido ni será establecida como hecho. Ni es “científico” en cualquier forma de la palabra. La ciencia trata con lo que puede ser observado y reproducido por la experimentación. El origen de la vida, no puede ni debe ser observada ni reproducida en un laboratorio. Por definición, entonces, la verdadera ciencia no nos puede dar conocimiento alguno sobre de dónde venimos o cómo llegamos a ser. Creer en la teoría evolucionaria es una cuestión de fe. Una creencia dogmatica en cualquier teoría naturalista no es más “científica” que cualquier otra clase de fe religiosa.

Michael Ruse es un evolucionista quien testificó en los años 80 en el juicio infame del creacionismo en Arkansas (Mclean v. Arkansas). Durante el juicio, clamó que el creacionismo es una religión porque se basa en suposiciones filosóficas que no han sido probados. Y dijo; pero el darwinismo es una ciencia, porque no requiere presuposiciones filosóficas ni religiosas. Desde entonces Ruse ha admitido que estuvo incorrecto, y ahora reconoce que la evolución “está basada en la metafísica”—arraigada en creencias no probadas que no son más “científicas” que cualquier otra creencia en la cual está basada el creacionismo.



Fuente http://respuestasbiblia.wordpress.com/

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